En la búsqueda de lugares para vivir mientras estudias, puede ser que encuentres la zona ideal con todas las comodidades esperadas. Sin embargo, seguramente las personas con las que te toca compartir y relacionarte, sean distintas a ti. Convivir con otros estudiantes tiene grandes ventajas, tanto para nuestra socialización como para nuestro aprendizaje. Pero también existen algunas diferencias de convivencia respecto a vivir en casa. De las cuales hablaremos a continuación y brindaremos las herramientas necesarias para afrontar esos episodios.
Desorden y falta de limpieza
La mayoría de los estudiantes, sobre todo aquellos que recién se mudan a una residencia, están tan ocupados adaptándose a su nueva vida, que no logran cumplir con ciertas obligaciones como el orden y la limpieza en las áreas comunes, lo que puede ser molesto para el resto de inquilinos y para la convivencia.
Aunque esto no significa que estas personas sean descuidadas o tengan falta de higiene a nivel personal, lo mejor para afrontarlas es conversando directamente con ellas. En esta conversación se debe resaltar que el trabajo y la responsabilidad en áreas como salas de estar, cocina o baños, es compartida y que se deben incorporar entre las actividades de prioridad.
Invitados
Es común que ver rostros desconocidos en la residencia, sobretodo si es tu compañero de cuarto quien los trae.
Dependiendo de las reglas de la residencia, puede haber algunas limitaciones, pero lo recomendable es tomarte el tiempo de conocer a las personas. Además, es importante que te coloques en el lugar de tus compañeros, que también están lejos de casa y estar en compañía les ayuda a sentirse mejor.
Malos modales
Dentro de los estudiantes universitarios, siempre hay distintas personalidades y actitudes, así que en la residencia puedes encontrar a alguna persona que no sea como tú.
Por lo que es importante que sepas dar el espacio a cada quien y, si en alguna oportunidad te sientes ofendido(a), no dudes en hacerlo saber, de forma respetuosa y cordial.
Si los malos modales o las ofensas prevalecen y además se extienden al resto de inquilinos y a la convivencia, lo ideal será presentar una queja, pero recuerda que esta sería la última opción, luego de intentar conversarlo amablemente con la(s) persona(s).
Personas ruidosas
Una de las grandes ventajas de estar en una residencia para universitarios, es que existen espacios de estudio individuales. No deberías tener problemas a la hora de hacer repasos, estudiar para exámenes o incluso descansar.
Esto no significa que la residencia sea aburrida. Sin embargo, deben existir normas respecto del ruido que se hace. Incluso se deben establecer las horas en las que no se permiten ruidos que puedan molestar a otros.
Si dentro de tu residencia encuentras alguien que no puede bajar el volumen de su radio o incluso de su propia voz y esto se repite de forma constante, lo ideal es conversar cortésmente con los involucrados y pedirles que moderen la situación.
Es probable que no seas el único al que le afecte. Así que puedes organizar una reunión en la que todos puedan dar su opinión y crear conciencia en la(s) persona(s) que está causando el problema.
En ninguna residencia dejan de existir los problemas; en algunas más que en otras, pero es normal que ocurran algunos conflictos. Lo importante es saber afrontarlos de la mejor manera siempre mirando hacia la solución para convivir en armonía.
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