En estos dos últimos años la educación y la forma de dar clase ha cambiado por completo. Tras la crisis sanitaria de la Covid-19 las aulas se trasladaron a los hogares y se instaló la modalidad online para todos los estudiantes. Anteriormente, las clases online eran una opción destinada casi siempre para alumnos que tenían que compaginar su educación con la vida laboral. A día de hoy se ha convertido en una condición imprescindible para muchos estudiantes a la hora de elegir sus estudios. Por supuesto, para poder tener acceso a esta modalidad es importante contar con una buena conexión a internet para estudiar. De lo contrario no se podría disfrutar de todas las ventajas que ofrece esta opción.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es desde dónde vamos a estudiar, si desde casa, una residencia universitaria o la biblioteca, lugares donde se comparte el wifi. Otro dato importante es el uso que le vamos a dar a esa conexión. Es decir, si solo vamos a navegar por internet para encontrar información o ver las clases que el profesor ha dejado grabadas. Pero si lo necesitamos para asistir a clases en streaming la conexión debe ser mayor para poder visualizarlas sin interrupciones.
A continuación vamos a explicar cómo podemos elegir la mejor conexión a internet para estudiar y no tener ningún problema.
¿Qué conexión a internet elijo si estudio desde casa?
Si las clases se realizan desde el domicilio habitual es importante conocer el tipo de velocidad que existe en la vivienda. Además de saber cuántos dispositivos se van a conectar a la vez a la red. Podemos utilizar un test de velocidad que nos indique la velocidad de internet ya sea fibra o ADSL.
Si la velocidad es lenta, los archivos tardan mucho en descargarse o enviarse y las clases se entrecortan continuamente, posiblemente la conexión a internet no sea la más adecuada para estudiar. Para solucionar este problema podemos aumentar la velocidad de la tarifa contratada o cambiar a otra compañía que nos ofrezca mejores condiciones.
En el mercado podemos encontrar diferentes tarifas de internet con condiciones muy variadas y adaptadas a las necesidades de cada usuario. De esta forma, solo se pagará por lo que se usa.
Crear un ambiente adecuado para el estudio
Por supuesto, de poco sirve tener una buena conexión a internet para estudiar si no se dispone de un espacio óptimo y sin distracciones. Estudiar en una casa puede ser complicado, ya que la mayoría de las veces no está adaptada para el estudio. Los ruidos de alrededor, los vecinos e incluso dentro de la propia vivienda, pueden dificultar la tarea. Tener una buena luz y una silla cómoda es fundamental para evitar problemas de salud en un futuro y disminuir el cansancio. Y lo más importante, mantener el orden en la mesa utilizando solo lo necesario.
¿Y si estudio fuera de casa y no tengo una buena conexión a internet?
Si te alojas en una residencia de estudiantes o eres de los que prefieren estudiar en la biblioteca es muy probable que la conexión a internet en estos lugares sea muy potente. No obstante siempre puede existir algún punto donde no llegue bien la conexión. Además, si hay muchos dispositivos conectados a la vez puede ralentizar la conexión.
En el caso de que tu conexión a internet sea lenta intenta colocarte lo más cerca posible del router, si no es posible y solo de manera ocasional puedes utilizar tu teléfono móvil como router. Aunque sea una opción muy cómoda solo es recomendable utilizarla de manera puntual o cuando se tiene una tarifa de datos ilimitada. Este proceso nos permite compartir los datos del teléfono móvil, a través de una clave única, con otros dispositivos.
Por norma general, el espacio de estudio de estos lugares está bien adaptado y sobre todo aislado de ruidos que puedan distraer.
Si eres de los que eliges una modalidad 100% online debes comprobar que dispones de una buena conexión a internet para estudiar, sobre todo si tienes clases en streaming o en directo, es decir una emisión presencial de la clase. A nadie le gustaría que se cortara la emisión justo cuando el profesor va a explicar algo que caerá fijo en el examen.
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