La motivación se puede decir que es el motor que hace que las actividades se puedan realizar de forma satisfactoria, la misma puede ser intrínseca, que es cuando hacemos algo por el placer que este nos proporciona, o extrínseca, que es cuando lo que nos motiva es a causa de una recompensa externa. Pero, sobretodo la motivación para estudiar se ve afectada por el estado de ánimo, y esto depende en la mayoría de las veces a situaciones que atravesamos en nuestro día a día y que afectan notoriamente en la realización de actividades y en los hábitos de estudio.
Por esta razón, es que vamos a darte 5 consejos para que te motives al estudiar y la sesión resulte más atractiva y llevadera. Siguiendo cada uno de estos el rendimiento académico mejorará.
Establece metas progresivamente: de menos a más
Toda persona debe de establecerse metas, sobre todo cuando va a estudiar y el material de estudio es de gran volumen, ya que esto ayuda a mantener la motivación para estudiar alta.
Para esto lo mejor es comenzar de menos a más, no puedes pretender entender un contenido completo si ni siquiera conoces las bases teóricas o lo mínimo para arrancar. Entonces, el cumplimiento de metas debe de plantearse y realizarse de forma progresiva.
A medidas que vas estudiando y avanzando irás repasando los contenidos anteriores, recuerda que en el estudio un tema lleva al otro.
Planifica tus ratos de estudio
Algo que es esencial y ayuda en la motivación para estudiar es planificar las sesiones o los ratos de estudio. Elegir la materia a estudiar y establecer un tiempo límite para ello es una excelente forma.
Para ello, se puede realizar un listado de las tareas que se deben de realizar durante el tiempo de estudio según la prioridad de las mismas, y de está forma no dejar que las actividades o tareas se acumulen. Es mejor avanzar en el contenido poco a poco y no dejar todo para último momento.
Cuando se inician los ratos de estudio es cuando más energía se tiene, ya que la misma se va a ir consumiendo poco a poco con el transcurso de las horas. Resultando eficaz estudiar las materias más difíciles al comenzar el tiempo de estudio, de lo contrario no se van a tener las fuerzas y el ánimo al final para entender lo que resulta más complejo.
Recuerda hacer descansos
Tomarse cierto tiempo para hacer descanso es primordial para evitar que la fatiga se apodere del cuerpo, ya que si se presiona al cerebro este se cansa y va a llegar un momento donde no va a poder asimilar ni siquiera lo más sencillo.
No hay que forzar el cuerpo y la mente mientras se está estudiando, esto es contraproducente y termina desmotivando. Lo ideal es tomar descansos de 10 a 15 minutos cuando ya notemos síntomas de cansancio, despejando la mente y recuperando energías para volver a sentarnos a estudiar.
Tu salud mental y física es lo primero
Ante todo, hay que recordar que la salud es lo primero. Experimentar un nivel de estrés mínimo no es perjudicial, sino más bien ayuda a mantenernos atentos y activos en lo que se está haciendo.
Sin embargo, no podemos dejar que el estrés sobrepase, ya que puede saturarnos y generar ansiedad que impide la concentración y a su vez el entendimiento de los temas a estudiar.
Además, es importante tomar en cuenta el espacio destinado para estudiar, ya que este debe de ser cómodo. agradable y con luz adecuada, para de esta forma no presentar y experimentar molestias físicas que impidan la realización del estudio. Nadie desea estudiar en espacios que no sean confortables, por ello, se debe de idear un espacio ideal, debido a que esto genera motivación para estudiar.
Evita las distracciones
Cuando se va a comenzar una sesión de estudio se deben de eliminar todos los agentes distractores, como es el caso del teléfono móvil, las redes sociales, la televisión y más. Debido a que estos desvían nuestra atención y hacen que la mente se disperse, generando que sea difícil concentrarse en el estudio.
Las distracciones lo que hacen es que los estudiantes pierdan mucho tiempo, sean menos eficaces y a su vez favorecen a que se desarrolle un sentimiento de desmotivación e incompetencia académica.
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