La universidad es una de las mejores etapas de la vida de un estudiante, debido a que en esta es donde se descubren las pasiones, y se desarrollan habilidades para prepararse a la vida adulta. Pero, no todo es color de rosas, porque en esta etapa también se generan momentos de estrés y de ansiedad, sobre todo en aquellos jóvenes que no se preocupan y no cuidan su salud mental.
De esta forma, es importante que los estudiantes vigilen su mente y el bienestar de la misma, por lo que deben de tomar tiempo para relajarse, hacer ejercicio, meditar, descansar y establecer límites. Debido a que si alguno siente que el estrés esta comenzando a afectar su capacidad de llevar la rutina es importante buscar ayuda.
Descansa correctamente
Un elemento diferencial del éxito académico es el respeto a las horas diarias de descanso, ya que el cerebro funciona de manera similar que un dispositivo electrónico, por lo que necesita recargarse, y recuperar las energías para ofrecer un mejor rendimiento.
En este caso, el lugar de residencia es fundamental, ya que un alojamiento tranquilo, donde exista orden y respeto por el descanso es lo idóneo.
Toda persona debe dormir entre 7 y 8 horas al día para mantener una salud mental adecuada.
No dejes de lado el ejercicio físico
Algo que puede parecer obvio, pero que mucha gente no toma en consideración es que al momento de cuidar la salud física se está cuidando la salud mental y emocional. Por ello, al hacer ejercicio no solo se mejora el aspecto y la presión sanguínea, sino que también se aumentan los niveles de energía.
Además, la actividad física incide en las hormonas de la felicidad, y por lo tanto mejoran el humor y disminuyen los niveles de ansiedad. Esto quiere decir, que si te encuentras pasando por un periodo de ansiedad busca algún momento del día para realizar deporte, bien sea correr, nadar, caminar o dar paseos.
Practica la relajación
Practicar la relajación o meditación no es otra cosa que ponerte cómodo y mirar un punto fijo y relajar la respiración, de esta manera se equilibra la mente enfocando la atención y la conciencia en el cuerpo, intentando de esta forma aislar los pensamientos de cualquier problema.
Existen diferentes métodos para lograr una meditación y relajación profunda, tal como la música, videos de meditación o simplemente el silencio.
Ponte objetivos y metas
Una mala salud mental puede hacer que una tarea pequeña se convierta en algo imposible, por lo que se recomienda no forzarse demasiado. Para ello, debes de plantearte objetivos y metas pequeños, hacer una lista de tareas pendientes e irlas realizando de acuerdo a la importancia de las mismas, sin importar lo pequeña que pueda parecer.
Todos los estudiantes deben de tratar de llevar las cosas al día y hacer todo de acuerdo a su ritmo, para ello no te compares con los demás, cada quien establece su tiempo y actividades de acuerdo a sus facilidades.
Pide ayuda si lo necesitas
Este aspecto es muy importante, debido a que la comunicación es sumamente útil es momentos de estrés o ansiedad, muchas veces se necesita la ayuda de alguien más para dar solución a un inconveniente, y contar con personas que brinden apoyo es de gran beneficio. Incluso, puede que tengas un problema y sea el mismo que el de tus compañeros, por lo que es conveniente hablar con los demás y pedir ayuda en caso de ser necesario.
Recuerda, un problema compartido es un problema dividido. Muchas veces la presión de estudiar y querer salir bien en todas las asignaturas puede ser una situación difícil de manejar, es completamente normal sentirse cansado o estresado, pero todo debe de ser evaluado, y conversarlo es una forma que hará te sientas mejor.
Además, también se puede buscar ayuda profesional, no por esto estás loco, simplemente que los expertos son muy buenos orientando, y con ello tendrás nuevamente el control de tus emociones y tu salud mental.
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