He sido colegial del Jaime del Amo durante cinco cursos (promoción 2011). A día de hoy puedo decir, y seguramente durante el resto de mi vida, que no hubiese podido elegir un sitio mejor para vivir durante mi etapa universitaria. En primer lugar, por todas las facilidades que el colegio ofrece: biblioteca, salas de estudio, habitaciones individuales confortables, servicio de lavandería, gimnasio, piscina (que durante el estudio de alguna recuperación de exámenes en julio se agradece), capilla, cafetería y servicio de catering en las tres comidas del día, entre otros. De esto último se acuerda uno mucho cuando se va vivir a un piso y tiene que aprender y dedicar tiempo a hacer la comida.En segundo lugar, por todas las actividades que el colegio ofrece y se organizan: todo tipo de deportes como rugby, frontón o voleibol; actividades de tipo cultural (salidas a museos, conferencias, teatro, bailes de salón con otros colegios femeninos, etc.); religiosas; y varios voluntariados. Sin olvidarme de otros momentos de la vida diaria que no tienen precio, tertulias varias y sobremesas en la sala común, los partidos de la final de la Champions en la televisión, o la fiesta de La Primavera.
Por último, lo que más diferencia a este Colegio Mayor de otros es el excelente ambiente que se genera todos los años, fruto del esfuerzo que el colegio realiza en la acogida de los nuevos colegiales y de la dedicación y entrega del personal del Colegio, que hacen mucho más fácil a los chavales de 18 años la transición a una nueva ciudad, un nuevo ambiente y en definitiva a una nueva etapa de la vida. No creo que muchos Colegios puedan decir que tengan una convivencia intergeneracional tan buena, que favorece la organización de todas las actividades mencionadas y da lugar a un sentimiento generalizado que hace que todos los que hemos pasado por este Mayor lo hayamos sentido como nuestra familia de Madrid.
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